El ave que vive en su casa se convierte en una compañía permanente que exige muy poco a cambio.
En muchas ocasiones, un ave es una compañía estable, animosa y que nunca se aparta del lado de su dueño.
La relación más o menos cercana se logra en función del tipo de animal y del empeño que se ponga en tratar de enseñarle cosas y adiestrarlo. Por ejemplo, para los ancianos, las aves suelen convertirse en la mascota ideal, ya que no exigen demasiado trabajo y son los compañeros inseparables y permanentes durante sus horas de soledad.
Comederos, bebederos, semillas, jaulas y juguetes son algunos de los productos que les podemos ofrecer.